Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Corintios 8, 8-13

8 No es ciertamente la comida lo que nos acercará a Dios. Ni somos
menos porque no comamos, ni somos más porque comamos.

9 Pero tened cuidado que esa vuestra libertad no sirva de tropiezo a los
débiles.

10 En efecto, si alguien te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a
la mesa en un templo de ídolos, ¿no se creerá autorizado por su conciencia,
que es débil, a comer de lo sacrificado a los ídolos?

11 Y por tu conocimiento se pierde el débil: ¡el hermano por quien
murió Cristo!

12 Y pecando así contra vuestros hermanos, hiriendo su conciencia,
que es débil, pecáis contra Cristo.

13 Por tanto, si un alimento causa escándalo a mi hermano, nunca
comeré carne para no dar escándalo a mi hermano.